El primer paso es buscar un espacio de estacionamiento que sea adecuado para tu automóvil. Opta por un lugar que sea al menos un poco más largo que la longitud de tu vehículo. Esto te dará un margen de maniobra adicional y hará que el proceso sea mucho más sencillo. Un espacio más grande te permitirá cometer errores menores sin poner en riesgo tu vehículo o el de otros conductores.

Da un vistazo a tus espejos retrovisores y avisa a los demás conductores del movimiento que vas a realizar. Enciende tus luces intermitentes o activa la señal de giro para indicar el lugar donde planeas estacionarte en paralelo.

Alinea tu automóvil de forma paralela al lugar donde pretendes estacionarte. Esto te ayudará a tener una idea clara del espacio disponible y de cómo se relaciona con tu vehículo. Observa referencias visuales como marcas en el pavimento, postes, señales de tráfico, u otros vehículos. Estos elementos te ayudarán a estimar el espacio disponible y a determinar si es suficiente para tu automóvil.

Avanza un poco y detente cuando estés a la par del vehículo que está frente al espacio donde pretendes estacionarte, de manera que los retrovisores laterales de los dos automóviles estén alineados.

Activa la reversa y comienza a retroceder lentamente, girando tu volante hacia la dirección de la acera y manteniendo un ojo en el espacio detrás de tu vehículo y el otro en el espejo retrovisor lateral. Hoy en día la instalación de cámaras y sensores en la parte posterior de los autos ofrece una gran ayuda para esta maniobra. Te permite tener una visión de lo que está sucediendo justo detrás de ti.

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A medida que te acercas al final del auto de enfrente, gira el volante en la dirección opuesta a la acera para comenzar a colocarte en el espacio de estacionamiento.

Continúa retrocediendo hasta que tu automóvil esté alineado con los vehículos de enfrente y detrás de ti. Asegúrate de no golpearlos y mantén una velocidad controlada.

Una vez que estés en posición, endereza las ruedas y ajústalas según sea necesario para asegurarte de que tu automóvil esté perfectamente estacionado en paralelo.

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Comienza practicando en un área poco transitada o en un estacionamiento vacío para adquirir confianza antes de enfrentar situaciones más desafiantes.

Alinea tus espejos laterales con el vehículo delantero para obtener una referencia visual de tu posición.

Cuando el espejo lateral de tu auto se encuentre a la altura de la cola del vehículo de enfrente, es el momento indicado para comenzar con el giro al lado contrario.

Retrocede a una velocidad lenta y constante, evitando brusquedades en el movimiento.

Una vez que estés bien estacionado, activa el freno de mano y apaga el motor.

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El estacionamiento en paralelo es sólo uno de los muchos tipos de estacionamientos que puedes encontrar en las calles. A medida que dominas esta técnica, te sentirás más seguro en tu conducción y podrás aprovechar al máximo cualquier espacio disponible. Aunque puede parecer un desafío al principio, con la práctica y siguiendo estos consejos, te convertirás en un experto.

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